viernes, 20 de enero de 2017

INGENIERÍA BIOMÉDICA

La ingeniería biomédica es el resultado de la aplicación de los principios y técnicas de la ingeniería al campo de la medicina. Su definición más aceptada podría ser la aplicación de los principios de la ingeniería a las ciencias de la vida. Combina los criterios de diseño en ingeniería y las herramientas de análisis provenientes de las matemáticas, la física y la química a la resolución de problemas en medicina, biología, biotecnología, farmacia, etc... Se dedica fundamentalmente al diseño y construcción de productos sanitarios y tecnologías sanitarias tales como los equipos médicos, las prótesis, dispositivos médicos, dispositivos de diagnóstico (imagenología médica) y de terapia. También interviene en la gestión o administración de los recursos técnicos ligados a un sistema de hospitales. Combina la experiencia de la ingeniería con las necesidades médicas para obtener beneficios en el cuidado de la salud. El cultivo de tejidos, lo mismo que la producción de determinados fármacos, suelen considerarse parte de la bioingeniería.



TÉCNICAS DE LA BIOMEDICINA


  1. PCR La reacción en cadena de la polimerasa, conocida como PCR por sus siglas en inglés (polymerase chain reaction), es una técnica de biología molecular desarrollada en 1986 por Kary Mullis.1 Su objetivo es obtener un gran número de copias de un fragmento de ADN particular, partiendo de un mínimo; en teoría basta partir de una única copia de ese fragmento original, o molde.
Esta técnica sirve para amplificar un fragmento de ADN; su utilidad es que tras la amplificación resulta mucho más fácil identificar con una muy alta probabilidad, virus o bacterias causantes de una enfermedad, identificar personas (cadáveres) o hacer investigación científica sobre el ADN amplificado. Estos usos derivados de la amplificación han hecho que se convierta en una técnica muy extendida, sobre todo en el ámbito de la investigación forense, con el consiguiente abaratamiento del equipo necesario para llevar a cabo dicha técnica.


  • Westerm Blot El Western blot, inmunoblot o electrotransferencia, es una técnica analítica usada en biología celular y molecular para identificar proteínas específicas en una mezcla compleja de proteínas, tal como la que se presenta en extractos celulares o de tejidos. La técnica utiliza tres etapas para lograr esto: separación por tamaño, transferencia a un soporte sólido y, finalmente, visualización mediante la marcación de proteínas con el uso de anticuerpos primarios o secundarios apropiados.1
Esta técnica es hoy en día imprescindible en varios campos de la biología, como la biología molecular, la bioquímica, la biotecnología o la inmunología.
Mediante una electroforesis en gel se separan las proteínas atendiendo al criterio que se desee: peso molecular, estructura, hidrofobicidad, etc. Hay casi tantas posibilidades como tipos de electroforesis existen. Luego son transferidas a una membrana adsorbente (típicamente de nitrocelulosa o de PVDF) para poder buscar la proteína de interés con anticuerpos específicos contra ella. Finalmente, se detecta la unión antígeno-anticuerpo por actividad enzimática o fluorescencia, entre otros métodos. De esta misma forma se puede estudiar la presencia de la proteína en el extracto y analizar su cantidad relativa respecto a las otras proteínas.2 3
La técnica «Western blot» fue desarrollada en la Universidad de Stanford. El nombre (Western, occidental en inglés) le fue dado por W. Neal Burnette, y consiste en un juego de palabras con una técnica análoga pero que usa DNA, el Southern (sureño en inglés) blot, que en este caso debe su nombre a su descubridor, Edwin Southern. Otras técnicas que fueron nombradas siguiendo este criterio son el Northern (nortino en inglés) (en el que se separa e identifica RNA), el Eastern (oriental en inglés) blot y el Southwestern (del suroeste en inglés) blot.

  • Southern blot→ Southern blot, hibridación Southern o, simplemente, Southern es un método de biología molecular que permite detectar la presencia de una secuencia de ADN concreta en una mezcla compleja de este ácido nucleico. Para ello, emplea la técnica de electroforesis en gel de agarosa con el fin de separar los fragmentos de ADN de acuerdo a su longitud y, después, una transferencia a una membrana en la cual se efectúa la hibridación de la sonda.1 Su nombre procede del apellido de su inventor, un biólogo inglés llamado Edwin Southern.


  • Northern blot Northern blot, hibridación northern o ensayo northern es una técnica de detección de moléculas de ácido ribonucleico (ARN) de una secuencia dada dentro de una mezcla compleja (por ejemplo, un ARN mensajero para un péptido dado en una muestra de ARN total). Para ello, se toma la mezcla de ARN y se somete a una electroforesis en gel a fin de separar los fragmentos de acuerdo con su tamaño. Tras esto, se transfiere el contenido del gel, ya resuelto, a una membrana cargada positivamente en la que se efectúa la hibridación de una sonda molecular marcada radiactiva o químicamente.1
El nombre de la técnica deriva de la que detecta ácido desoxirribonucleico (ADN), denominada Southern blot en honor a su inventor, Edwin Southern (1975). En 1977, James Alwine, David Kemp y George Stark en la Universidad de Stanford desarrollaron el northern blot y lo denominaron empleando el punto cardinal opuesto («northern», septentrional en inglés, frente al meridional «southern»).

  • ChIP-on-chip


BIOMEDICINA EN ESPAÑA

En España, hay diversos grados sobre este tema, a continuación estarán las notas de corte de grados de biomedicina de 2016 de algunas de las universidades más relevantes, con un enlace directo a la pagina oficial de la universidad en cuestión para mas información, además de la duración del grado y el precio de algunos de estos grados:
  • Sevilla
Presencial
Nota de corte
12,700
Universidad Pública
Web de la facultad: http://www.medicina.us.es/
Duración: 4,0 años
Precio del primer curso: 757 €
 
  • Barcelona
Presencial
Nota de corte
11,856
Universidad Pública
Duración: 4,0 años
Precio del primer curso: 2.372 €
 
  • Barcelona
Presencial
Nota de corte
11,855
Universidad Pública
Duración: 4,0 años
Precio del primer curso: 2.372 €
 
  • LLeida
Presencial
Nota de corte
11,590
Universidad Pública
Duración: 4,0 años
Precio del primer curso: 2.372 €
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Bibliografía(notas de corte): http://notasdecorte.es/ciencias-biomedicas 

BIOMEDICINA EN PAÍSES

Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada y del CSIC ha estado analizando durante cuatro años las publicaciones científicas de todo el mundo para generar un "mapa mundial de la investigación". En este mapa han descubierto tres grandes grupos de países que investigan en temas similares. El grupo más grande es el formado por Europa, Estados Unidos Canadá y Emiratos Árabes, donde el principal área de investigación son los temas relacionados con la Biomedicina. Según los investigadores que han realizado este estudio, estos países se caracterizan por tener un perfil democrático, y los gobernantes saben que la investigación en Biomedicina va a tener un impacto directo y tangible en la calidad de vida de los ciudadanos, por ello invierten recursos en investigar en este campo.

El segundo grupo está formado por Rusia y varios países de la antigua Unión Soviética, además de países comunistas como China, Corea, Singapur, Taiwán y Japón. Estos países apuestan por investigación en ciencias básicas: como física y matemáticas. El tercer bloque está formado por países en vías de desarrollo donde se apuesta por la investigación en pesca y agricultura. A este grupo pertenecen muchos países de África, el sudeste asiático y América Latina.

BREVE HISTORIA DE LA BIOMEDICINA

En la comunidad primitiva, se elaboró la primera interpretación de la enfermedad y con ella nació la medicina como conocimiento y la figura social del médico. La doctrina científica de la enfermedad, creación griega, se inició en la obra del filósofo y médico presocrático Alcmeón de Crotona. La doctrina griega de la enfermedad experimentó diversas vicisitudes en un período aproximado de seis centurias antes de ser reafirmada por Galeno. El criterio médico galénico se mantuvo vigente durante cientos de años.
Durante los primeros siglos medievales se redujeron la actividad cultural y científica y con ello el estudio y la práctica de la medicina.

La medicina europea comenzó como medicina monástica. El enriquecimiento de los conocimientos médicos en la Europa Cristiana por obra de las traducciones de los textos árabes y de la creación de las universidades, motivó una profunda transformación de la medicina europea.
La historia de la medicina europea occidental nació con la etapa renancentista que corresponde a la fase de transición entre la medicina medieval y la propiamente moderna; en su transcurso coexistieron la doctrina médica tradicional

La medicina clínica se enriqueció en el siglo XVI con un buen número de conocimientos concretos: por ejemplo, el de enfermedades tales como la sífilis, la difteria, etc. El siglo XVII es testigo del nacimiento de las revistas científicas.
La medicina clínica experimenta desde los mismos comienzos del siglo XIX un rápido desarrollo, una casi total transformación nacida de las concepciones anátomo-clínica, fisiopatológica y etiopatológica de la enfermedad que en ese momento se formulaban y motivado, también, por un acentuado proceso de tecnificación del quehacer médico. Surgieron así la auscultación mediata, varias formas de endocopias, la electrocardiografía, las pruebas funcionales, los medios diagnósticos de laboratorio, etcétera.

La lucha social contra la enfermedad se orienta hoy claramente al logro de una medicina preventiva que pretende evitar la aparición de la enfermedad.La prevención y curación de las enfermedades del hombre, objeto de la medicina, precisa para su real eficacia de la coordinación de todas aquellas disciplinas que tienen implicaciones en los tres procesos básicos sobre los que se orienta el que hacer médico de cada día, a saber, el diagnóstico, el reconocimiento de un agente o factor como causa del estado morboso y, por último, el terapéutico.»
Los adelantos de la ciencia biológica y los desarrollos tecnológicos constituyen la base del progreso médico durante los últimos 50 años, en los que ha avanzado la capacidad del médico para intervenir en las enfermedades. Gran parte de este progreso se produce en las ciencias básicas.
El carácter actual biocientífico de la práctica médica tiene un desarrollo relativamente nuevo. Durante la mayor parte de la historia registrada, la medicina era todo menos científica, dominada por el empirismo y encadenada por dogmas.

A comienzos del siglo XIX, empezaron a aparecer precursores del cambio cuando se aplicaron a la medicina los nuevos principios de la física y la química; los fisiólogos insistieron en las funciones de los órganos y tejidos, los patólogos en el estudio crítico de los tejidos normales y patológicos y en las correlaciones entre la enfermedad y las observaciones anatómicas precisas; los bacteriólogos comenzaron a identificar los microorganismos de enfermedades determinadas: el bacilo del ántrax en el carbunco, el bacilo tuberculoso en la consunción, etc.
Las principales contribuciones eran diagnósticas, pronósticas y de sostén.
Poco a poco aparecieron tratamientos particulares, la insulina para la diabetes, el extracto de hígado para la anemia perniciosa. Pero fue en el decenio de 1935 a 1945 que la aparición de las sulfamidas y de la penicilina en la medicina clínica permitió curar un número muy elevado de enfermedades que hasta entonces no tenían terapéutica o eran mortales.  La medicina no es sólo una rama de la biología aplicada, pues supone también muchos aspectos de la psicología, de la sociología, de la antropología y de la economía.